Son pequeñas mazorcas de maíz tierno conservadas en una solución de agua, sal y vinagre. Este método de conservación prolonga su vida útil y realza su sabor, convirtiéndolas en un acompañamiento versátil y práctico. Se pueden servir como snack, en tablas de quesos o añadir a ensaladas y bowls. Son ricas en fibra, fuente de vitaminas A y B que ayudan al metabolismo, además de minerales como el potasio esenciales para la función muscular, y su conservación prolongada las hace perfectas para cualquier ocasión.